EXPOSICIONES
Son diez versiones de un encuentro de fotografía que año a año convoca a destacadas personalidades del territorio y de la palestra nacional e internacional. Un encuentro que nació en Puerto Montt para relevar esta técnica arte que ha deslumbrado a hombres y mujeres de la historia en torno a un lente y a una imagen. Organizado por la Corporación Cultural de Puerto Montt, esta nueva versión es posible gracias al Fondart Regional, en la línea de Organización de festivales, mercados, ferias y exposiciones del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, consolidándose como el encuentro de fotografía más importante de la región. En esta versión, la colectiva ENFOTO seleccionó las obras de 12 fotógrafos del sur de Chile, quienes expondrán desde este 8 de agosto en la Sala Hardy Wistuba de la Casa del Arte Diego Rivera.
Son diez años de trabajo en el que el Encuentro de Fotografía Los Lagos ha permitido observar de cerca buena parte de los procesos que ha seguido la fotografía de estas latitudes del mundo. Una acelerada década de transformaciones culturales, que ha sido arrastrada a una dinámica difícil de digerir aún y de prever los alcances que podría llegar a tener.
La técnica, los tópicos, los discursos, las formas de articular la imagen y sus relatos… todo parece interrogar al oficio, con preguntas que sacuden décadas de ideas en torno a la imagen fotográfica y sus procesos; ¿qué nos queda?, ¿cómo seguimos?, ¿a dónde podríamos llegar?.
Bajo estas interrogantes fueron seleccionadas las obras de Libertad Acosta, Tamara Sazo, Fernando Rosa, Sebastián Henríquez, Camila Álvarez, Andrés Jordán, Felipe Soza, Maite Mérida, Esmeralda Mugre, Luciano Invernizzi, Patricio Saavedra y Miriam Ramírez, quienes reflejaron en sus obras algunas respuestas a preguntas como: ¿qué es la fotografía hoy?, ¿una práctica en vías de extinción?, ¿un lenguaje en expansión?, ¿una prótesis para la preservación de la memoria? O, ¿el vertedero desde donde las estéticas próximas construirán sus nuevos universos de valoraciones y juicios?
Sobre las obras
Libertad Acosta
Obra Olvídame. Como una idea incómoda que te recorre sin permiso un martes en la tarde, que te hace cuestionarte si estás aquí por ti o por los otros.
Obra Los otros. Los que no pueden escapar de su propia nostalgia. Nos tienen inmóviles en la imaginación de alguien, que nos llama como un rezo y nos condena como Dios a una permanencia obstinadamente silenciosa.
Buscando traer la conversación de la salud mental, el dolor y lo que escondemos para no lastimar a los que amamos, a través del retrato, busco crear personajes y fantasías que no pertenecen a una realidad concreta, seres solitarios, a veces deformes pero de pie y con una extraña fe por delante. La intervención de los cuerpos y los colores vibrantes son una constante que está para contar lo que me trajo hasta aquí.
Tamara Sazo Rojas
Obra Boca de lobo. Vivimos bajo la norma instaurada de una moral no correspondida, el objetivo impuesto de una vida eterna está ligado directamente a la separación de lo que somos y lo que habitamos, considerándose en un punto de origen como la misma cosa en términos metafísicos.
En las antiguas cosmovisiones humanas prevalecía la materia como fuente de sabiduría, la cultura Mochica del antiguo Perú consideraba que los seres humanos con “malformaciones congénitas” como son denominadas el día de hoy, eran la posibilidad de interactuar a través de la materia desde un mundo terrenal hacia un plano divino.
Boca de lobo indaga en la línea transversal entre la razón y la naturaleza de lo que somos y su percepción. El ser humano debe morir.
Fernando Rosa
Obra Paisaje Construido. Es un viaje visual donde la mirada unificadora de distintos espacios, algunos medios primitivos, lugares lejanos y otros lugares comunes conforman un solo paisaje. La propuesta es la unión entre la escenografía y la genética usada en post de la recreación de la naturaleza existente, y en este caso para el disfrute de quien pueda pagar sin sentir su propio instinto de supervivencia en el caso real de enfrentarse a ella. Son diferentes lugares institucionales de recreación familiar, en los cuales la divulgación de la naturaleza y el medio ambiente van de la mano del proceso final de la cadena productiva que es el consumo.
Sebastián Henríquez
Obra Quiero ser un fotógrafo. -¿Qué tienes ahí, chico?— fue lo primero que dijo Louis Mendes, apuntando al viejo bronce que llevaba en mi cuello.
Me contó sobre su cámara Speed Graphic de 1940, incluso cómo conseguir película instantánea FP-100 en la tienda de los judíos ortodoxos de la 61st de Brooklyn.
Quise retratarlo, preguntó —¿qué vas a hacer con esa foto? —no lo sé le dije, guardarla supongo y respondió —¿Cómo vas a comprarte una casa?
Hoy lo recuerdo, sumido en el infierno del trabajo, deseando ser aquel fotógrafo en la Grand Central Terminal de Nueva York.
Camila Álvarez
Obra Degradación. Lo natural y lo artificial borran sus delgadas líneas, la identidad en esta sociedad hiperconectada se disipa con la proliferación de IAs que pueden extender nuestra existencia virtual eternamente.
“Degradación” busca generar una reflexión en torno a la identidad, y como los procesos de descomposición y muerte se vuelven una señal de nuestra vida orgánica.
El estrecho de Magallanes es el escenario para el desarrollo de la obra, el mar encerrado en un frasco de vidrio pone al autorretrato en tensión con la naturaleza, dejando en evidencia el paso del tiempo.
Nuestro rostro, ¿aún nos pertenece?
Nuestro cuerpo, ¿es de nosotros o de los otros?
Nuestra alma, ¿encontrará libertad en la vida o en la muerte?
IG @princamila
Andrés Jordán
Obra Luz borrada. Siguiendo a Flusser, decimos que la realidad se esconde en las imágenes. Decimos también que las imágenes se mezclan con los sueños, con falsos recuerdos, con fantasmas del pasado. Fantasmas que son manchas, manchas que se filtran por las ventanas de un viaje imaginario. ¿Dónde estamos mientras nos movemos? ¿Qué son esas fugas de luz que atraviesan los párpados cerrados? ¿Qué nos dicen las pupilas sobre la luz derramada ahí afuera?
Estas imágenes son fotogramas captados al interior de una caja estenopeica, equipada con una cámara de video apropiada para tales fines. En el interior de la caja hay un rectángulo de papel diamante donde se proyectan las imágenes que luego registra la cámara.
Felipe Soza
Obra Notas de Campo, exploración visual por el territorio de Aysén. “Hay que fotografiar una roca, como si fuera una roca y más que una roca”. El Arché de la imagen puede ser sólo el hábitat imaginario del símbolo, la diminuta visión de lo cercano y la luz como respuesta a la mirada del paisaje construido y que ella habite y vislumbre un objeto expuesto por la herramienta, la luz roja y el sol inmenso. Fotogramas realizados en tres ecosistemas de Aysén, en el contexto de residencias de arte itinerantes.
@lafoco_coyhaique
Maite Mérida
Obra Era invierno cuando removimos la tierra. Muy joven, mi padre se separó de su familia para estudiar Ingeniería Forestal. Desde ahí, vivió su vida trabajando para las grandes empresas que, desde un decreto promovido por la dictadura, masificaron el monocultivo. En paralelo, me enseñó a amar la naturaleza. A los 53 años, fue diagnosticado con ELA y murió repentinamente. A pesar de haber vivido observando la destrucción de estos territorios, pidió que sus cenizas fueran esparcidas a la sombra de un alerce, en medio del bosque nativo.
Consciente de la impermanencia de estos paisajes, me pregunto por los contornos entre amar y destruir, entre lo natural y el artificio. La fotografía acorta esa distancia paradójica con lo “no humano” impuesta por mi historia familiar. Me apropio de ella a través de la experimentación análoga, reparando en el devenir recurso/categoría de lo que aún brota anclándose a la tierra.
Esmeralda Mugre
Obra El reciclaje del mundo. Las fotografías fueron tomadas en 2021 a recuperadores urbanos que forman parte de la toma cartonera a dos cuadras de Plaza Miserere, en Buenos Aires, Argentina.
La primera puesta en escena está construida en forma de estampita religiosa, con Luisa como la patrona que protege a sus cartoneros, a quienes se aprecia trabajando con sus herramientas.
La segunda puesta en escena indaga en el concepto de hogar que representa la cooperativa para los recuperadores urbanos. En ella los cartoneros recrean la figura básica de una casa. Detrás del personaje principal aparecen los fantasmas del pasado con los que el cartonero convive.
Luciano Invernizzi
Obra Desahogo. Siempre llega un momento en el que la muerte nos deja sin palabras. No hablo específicamente de la muerte física, sino de una cotidianeidad que se vuelve extrañeza o un quiebre en la propia vida que ya no es, y entonces se impone el silencio, el grito, el pensamiento, o bien la imagen, que no es sino palabra y memoria transfigurada. De esta forma, esta serie adopta la vía fotográfica para que sea el desahogo de tristezas y sentimientos, más allá de la muerte, la que tenga la última palabra. “Sólo experimentaremos la verdadera felicidad si asumimos los dolores y las carencias que nos abruman. Y no experimentaremos una verdadera paz hasta que no hayamos cargado los cuerpos deshechos por las heridas y los tormentos en nuestros brazos. Este es el precio de la verdadera vida. Sí. Sólo hay una aventura. Y, si cada uno de nosotros sólo tiene una sola vida, toda la Vida es una. Haber sido es un hecho eterno"
Patricio Saavedra
Obra Leubü. Es un proyecto que gira entorno a la cuenca hidrográfica el rio Biobío. El cauce de sus aguas da origen a un relato visual y poético desde un paisaje enérgico y con memoria cultural. A través de la oralidad y la sensibilidad de resignificar el paisaje a través de creaciones que reflexionen entorno a nuestro primordial recurso natural en tiempos de crisis climática.
A través de una fotografía vernácula el rio se erige como un cuerpo resistente, pero también es frágil cuando el ser humano vulnera su geografía y los ecosistemas circundantes. ¿Cómo tratar toda esa carga simbólica, ecológica e histórica a través de la representación del paisaje, buscando resignificar esos espacios heterotópicos, que con sus múltiples capas de significado e identidad lo caracterizan?
Miriam S. Ramirez Epple
Obra Desde las sombras despierto, y no sé cómo llegué. Mi madre tenía 47 años cuando dejó de existir a causa de una leucemia aguda que solo un día se presentó dejando un caos de preguntas sin resolver. Su deceso fue un tema no explorado por años, pero de repente empecé a desconocerme y las preguntas remitían siempre a ella.
“Desde las sombras despierto y no sé cómo llegué” es un trabajo que transita hacia el pasado a través de los archivos fotográficos y de imágenes creadas en el presente desde mi propio vivir y que habla del vínculo entre una madre e hija, de cómo las ausencias son presencias, de las historias que trascienden generaciones, de la herencia de las emociones y de la necesidad de darle sentido a un vínculo que se mantiene, porque muchas veces poco sabemos sobre quienes conformaron el entramado de vida que sostuvo nuestra presencia cuando aún éramos ausentes.
m.ramirez.epple89@gmail.com