Plantae es un proyecto bipersonal de los artistas visuales Mónica Bengoa y Danilo Espinoza que estará exhibido en la sala Hardy Wistuba hasta el viernes 17 de mayo y que se sumerge en un territorio especulativo y experimental desde una perspectiva intercultural, a partir de las experiencias personales con el reino vegetal de ambos expositores. Desde creencias populares y saberes ancestrales sobre las plantas silvestres y domésticas, esta muestra aborda la distancia entre conocimiento y creencia, entre lo aparentemente objetivo y lo subjetivo. 

Al igual que Marder, cuya investigación se desencadenó luego de escuchar el crujir de los árboles bajo el frío durante sus caminatas diarias, con Plantæ Bengoa y Espinoza comparten experiencias personales que conectan con el mundo vegetal. Estas vivencias, entrelazadas con el interés por los aspectos más profundos de la existencia y por la naturaleza como una cuestión urgente, han llevado a estos artistas a reconocer que las plantas representan y encarnan un universo mucho más complejo de lo que aparentan. Desde este punto de vista, y a partir del trabajo conjunto realizado en proyectos anteriores, “creemos que tomar conciencia de estas alteridades es esencial para alcanzar un equilibrio y una coexistencia armoniosa entre todas las formas de vida en nuestro planeta”, sostienen los artistas.

En el caso de Danilo Espinoza, su sensibilidad hacia las plantas domésticas se agudizó durante un período familiarmente muy acontecido, donde muchas de las plantas de su casa se marchitaron. Tomando como punto de partida esta experiencia personal vinculada a la creencia en el mal de ojo y su posible influencia en las plantas, explora, a través de obras gráficas elaboradas con humo y calor sobre papel, cómo estas concepciones populares moldean nuestra percepción del entorno natural.

Por otro lado, Mónica Bengoa recurre a la práctica constante de un caminar atento –recorriendo tanto un espacio de bosque nativo que le es familiar, como el trayecto cotidiano entre su casa y la universidad–. Así, registra pequeñas plantas que pasan comúnmente inadvertidas; tanto aquellas que se esconden bajo imponentes árboles, como las que crecen a la orilla de las calles en la ciudad, concentran saberes fundamentales que contribuyen al equilibrio de los ecosistemas, desde su profunda fragilidad.

Este conjunto de obras han sido producidas siguiendo una metodología experimental en torno al dibujo, la fotografía, el grabado y sus desplazamientos. Como medios de exploración disciplinar, son piezas de papel que permiten expandir el uso de este material más allá de su cualidad de soporte, utilizando el registro fotográfico como modelo y forma de representación de esas dimensiones y sensibilidades de las plantas, que están comenzando a ser estudiadas desde otras profundidades y que parecen resonar con ideas que han sido ampliamente consideradas en otras culturas, en diferentes momentos y a través de diversas visiones del mundo.