EXPOSICIONES
Es la primera vez que llega al Diego Rivera y es la primera vez que expone y encuadra sus obras de artesanía. Osvaldo Guineo podría definirse como posiblemente el único tejedor millennial de Chile, un heredero de la técnica ancestral “kelgwo” que con dos sellos de excelencia, un sello indígena y dos menciones en sellos indígenas llega desde la Isla Cailin (Chiloé) a la Sala Mexicana para exponer “El poncho insular y sus estaciones de color”.
“En el tejido llevo incursionando unos 15 años. Partí con el hilado a los 9 años aproximadamente que fue cuando mi abuela me enseñó a hilar; el tema textil es autodidacta, yo nunca he visto tejer a nadie lo que son técnicas más elaboradas que son varias, esas las fui conociendo en el camino, con gente que me enseñó sus técnicas”, aseveró.
¿Qué es para ti tejer?
Yo partí por un tema de interés cultural que es el kelwgo, que es un tema que ya está en extinción y por eso partí. Nunca pensé montar una exposición, nunca pensé hacer en otra cosa que no sea lo tradicional, lo mío se sale de la tradición al agregar color, esa es la gracia que tengo. No sé si aplicar otras técnicas, quizá sí me interesa incursionar en esta dinámica de la exposición, no solo de la venta directa, como de ir a una feria. La verdad, siento que me queda aprender mucho.
¿A quiénes diriges esta exposición?
La invitación particular se la hago a la gente de campo, ya que el hacer esto es también por la gente que lo tenía como un quehacer en sus casas, por eso me gustaría que la gente se acerque y entienda que independiente que este tipo de tejido es una tradición, también deberíamos ser capaces de crear cosas nuevas a partir de ésta. La invitación es a reencontrarse con el pasado y darle un toque del futuro.
¿Por qué tejer, cómo surgió tu interés?
Cuando comencé miré frazadas en mi casa y pregunté por ellas, y yo dije quiero hacer esto para que no se pierda. Ahí hice mis dos primeros choapinos que los quemé porque no me gustaron.
Fue recién en la tercera pieza cuando me dijeron como se mantenía el ancho de un tejido y lo apliqué.
¿De qué se trata esta exposición?
Voy a exponer cuatro ponchos con un hilado más fino y torcido. La calidad de cada pieza es única, los colores son único. Uno de los que más me gusta es la primavera porque tiene 14 tonos de verde, todos tonos con tintes naturales. Cada poncho lo asocio a la estación.
El artista que hoy continúa viviendo en la Isla Cailin, hoy trabaja solo por encargo, haciendo talleres y entregando piezas en artesanías de Chile; un oficio que le permitirá ir al Tabo a hacer un taller durante este mes y participar de un encuentro de artistas indígenas en Brasil.